Comparto esta foto tomada desde San Nicolás de Los Ranchos, en las faldas del volcán popocatépetl, cómo verán se observa la mancha urbana de la ciudad de Cholula, le llaman moderna, tiene edificios de más de 40 pisos. Yo me pregunto ¿quién le pone límites al crecimiento? ¿los que vivimos en la ciudad afectamos a los que viven en el campo? creo que sí, la ciudad de Cholula crece y crece, cada vez es más caro vivir aquí. Me gusta la ciudad dónde vivo, porque se puede andar en bicicleta, se tiene una buena vida, pero no estoy segura de querer vivir en ella para siempre. Este paisaje me hace reflexionar sobre la realidad y cómo impacto en ella, cómo me veo en el futuro; me gustaría sembrar maíz, para tener que comer, y comer más saludable, sueño que algún día podré agarrar la tierra y entenderla tan bien cómo la entienden las personas del campo, aunque me cuesta mucho trabajo relacionarme con la naturaleza, quiero aprender.
Veo este paisaje y me imagino cómo era hace 30 años, y cómo será los próximos treinta. Temo que nunca pare de crecer, pero me gusta pensar que podemos mejorar nuestra realidad si participamos, nos conocemos, nos organizamos, aunque es difícil, vale la pena intentarlo.
Gracias, Regina! Comparto contigo ese sentimiento de agrado hacia la ciudad, pero al mismo tiempo temor a sus efectos y la desconexión que nos genera con los ciclos de la tierra. Me pregunto si se puede y cómo resolver esta tensión entre la ciudad (y su crecimiento y oportunidades que ofrece) con su entorno y el campo. Creo que es importante abordarlo como territorio en conjunto.
Por cierto, de tu foto me gustan mucho las nubes, me da la sensación que le ponen un límite-techo a la ciudad (la naturaleza siendo más fuerte).